¡Compras! (Belinda)

Llegué al centro comercial caminado elegantemente y haciendo sonar mis tacones. Me quedé mirando las tiendas, preguntándome en cual entrar y ví mi tienda favorita Channel. Sonreí pícara y entré tenía planeado comprarme miles de cosas, al fin y al cabo para algo era rica y además ya me había puesto mi ropa al menos una vez cada una. Necesitaba ropa nueva urgentemente. Entré a las tienda viéndolo todo y decidiendo qué comprar sin fijarme demasiado quien había allí.

Vi una prenda de la que me enamore inmediatamente, estaba serca de una chica que habia llegado, camine haciendo sonar mis Jimmy Choo, nuevos de color rojo, la tome era de mi talla, sonrei abiertamente y fui hacia la cajera para poder comprarla, sin querer la veo, su rostro se me hacia familiar.

- Belinda -digo con duda, no estaba seguro.

Escuché una voz que me resultaba conocida.
-Blair?-dije sorprendida, no esperaba verla aquí y además había cogido una prenda realmente bonita.
La miré, era exactamente igual a como recordaba. Le sonreí ampliamente mientras veía unos altísimas y carísimas sandalias de tacón. Eran azules y tenían que ser mías. Fijé mi mirada en ellas y las cogí para ir hacia la caja, el dinero no me importaba.

- No lo puedo creer -dije sorprendida al verla, era ella, la conosi ya que su madre era modelo y como la mia tenia una casa de modas, su madre fue contratada para modelar las prendas junto a mi y las demás chicas.

- Sinceramente no esperaba verte aqui -comennte aun sorprendida, aunque no lo podia creer, despues de Nanet, Belinda era mi segunda amiga brazileña favorita, tome un poco de aire y la mire- Honey te extrañe mucho

-Lo sé, soy demasiado increíble para ser verdad-dije bromeando y reí cantarinamente. Estaba muy muy contenta de verla. Adoraba a Blair y estaba sorprendida de verla.
-Ya ves, yo por aquí, el huracán brasileño llegó a New York-le dije riendo mientras juegueteaba con mi pelo en un gesto inconsciente.
-Yo también te extrañé mucho carii, estaba pensando en recorrer Francia para buscarte, lástima que mis padres me mandaron a este internado. Pero por suerte nos encontramos!-dije sonriendo contenta de verla.
-Y obvio nos encontramos en nuestra tienda favorita-le dije guiñándole un ojo.

-Sí justamente en ese internado-le dije sonriendo, si ella estaba en ese internado me mudaría con ella pero ya, aunque esperaba que no tuviera a Ashley de compañera, no me caía demasiado bien.
Sacudí el cabello elegantemente y le guiñé un ojo cuando dijo lo de las grandes mentes.
-Y hablando de que pensamos igual...adoro esa prenda-dije sonriendo divertida y le señalé la prenda que tenía en las manos, siempre pasaba lo mismo, cuando íbamos de compras acabábamos comprando cosas parecidas porque nos gustaba lo mismo aunque al final sólo lo pusiéramos una vez.

-Claro que seré Queen, soy todo lo que representa una Queen, nací para ello-dije con una sonrisa de suficiencia. Era obvio que las Queens estaban hechas a mi medida, lindas, inteligentes, elegantes y encantadoras, todo lo que yo era.
Escuché lo que dijo de las otras chicas.
-Vaya me gustará conocer a esa chica entonces, adoro las compras-dije con una sonrisa.
Luego escuché lo de Ashley e hice una leve mueca de disgusto, pero intentaría llevarme bien con ella.

-Gracias carii eso significa mucho para mí-le dije con una sonrisa dulce y la abracé.Estaba muy contenta de que me hubiera aceptado, era una gran amiga y así estaríamos más tiempo juntas.
-Y bueno espero estar pronto con las demás-comenté animada.
-Cuéntame, qué tal son los chicos en el internado?-le pregunté con una sonrisa pícara y le guiñé un ojo. Esperaba que hubiera chicos interesantes con los que divertirse.

-Pues sí, adoro a los brasileños-le dije dándole la razón y reí cantarinamente. Luego escuché lo que preguntó y suspiré, lo único bueno que tenía la decisión de mis padres era que había vuelto a verla a ella y a Maddie, mis dos mejores amigas desde siempre, sino fuera porque ellas estaban aquí, me hubiera fugado del internado.
-Pues.....mis padres volvieron y se dieron cuenta de que me gustaban demasiado las fiestas y los chicos y como no tenían tiempo de educarme ellos solos pues me manadaron a este internado con la finalidad de que me educaran otros y como siempre ellos despreocuparse de todo abuslotamente-le conté con tono de indiferencia, hablar sobre los sentimientos de mis padres hacía mí ya había dejado de afectarme.

Correspondí a su abrazo y le sonreí con dulzura.
-Lo sé cielo, y no sabes lo mucho que significa eso para mí, eres una de las personas más importantes en mi vida y yo también siempre estaré contigo cuando me necesites-le dije sincera y con una sonrisa radiante.
-Te quiero mucho Queen Bee-le dije.
Luego escuché lo de las tarjetas y las fiestas.
-Obvio que sí, tendremos que organizar una fiesta pronto-le dije riendo con ella.